La escritura es un sistema de representación gráfica de una lengua, por medio de signos grabados o dibujados sobre un soporte. Es un método de intercomunicación humana que se realiza por medio de signos visuales que constituyen un sistema.
La aparición de la escritura es lo que da origen a la Historia, para salir de aquella época enigmática y desconocida que fue la Pre-Historia.
Como medio de representación, la escritura se diferencia de los pictogramas en que es una codificación sistemática que permite registrar con toda precisión el lenguaje hablado por medio de signos visuales regularmente dispuestos. Además los pictogramas no tienen generalmente una estructura secuencial lineal, como sí tienen el habla o la escritura.
Todo empezó en Mesopotamia
La necesidad de registrar las mercancías o de garantizar las transacciones comerciales propició la invención de la escritura en Mesopotamia. Tras este punto de arranque, el sistema comenzó a ramificarse hacia otras civilizaciones que realizaron sus propias aportaciones. Egipto, por ejemplo, dejó a un lado la grafía cuneiforme ideada por los sumerios para crear la escritura jeroglífica.
Nuestro primer hito se ubica en la Mesopotamia, concretamente entre sus famosos ríos Tigris y Eúfrates donde hoy se encuentra la ciudad de Bagdad, la capital iraquí. Pero en aquellos tiempos esta región estaba ocupada por Babilonia, Sumeria al sur y Akkad en el norte.
Los Akkadios, ancestros semitas de los árabes y los hebreos, llegaron a dominar el conjunto de la Mesopotamia. La escritura cuneiforme se convirtió entonces en una verdadera escritura, capaz de transcribir no solamente la legua akkadia, sino también la antigua lengua sumeria, que devino lengua sagrada (como sucedió con el latín en la iglesia católica hasta el siglo XX). Esta escritura llegó a ser la del Reino de Babilonia hace 3.700 años Los maestros de la escritura, conocidos como los escribas, constituían en Babilonia y Azur, en Asiria, casta aristocrática, más poderosa a veces que los cortesanos iletrados o que el mismo soberano. La escritura cuneiforme de la Mesopotamia, nacida entre los Ríos Tigris y Eúfrates tuvo la virtud de haber sido propicia para ser útil a la vez en otras lenguas; se expandió al Sur en Palestina y al norte en Armenia y sirvió como escritura de la lengua cananea.
En ese lugar de los antiguos Egipcios la sublimación lo fue el Dios Thot quien había creado la escritura a partir de su misma divinidad e hizo entrega de ella, como un don, a los hombres. De hecho, la palabra «jeroglífico», nombre con que se designa los caracteres de la escritura egipcia, significa «escritura de los dioses» que a su vez, procede del griego, hieros «sagrado» y gluphein, «grabar».
La escritura, aunque con bases más o menos simples, era bastante compleja, por lo que el saber leer y escribir estaba limitado a una minoría. No se trata de la existencia de una clase aparte, pero si es cierto que muy poca gente sabía leer o escribir. Los sacerdotes, los oficiales del ejercito, los funcionarios, los faraones y por supuesto los escribas podían leer o escribir, mientras que muy poca gente del pueblo tenía acceso al aprendizaje. ” Es un sistema complejo, una escritura a la vez enteramente figurada, simbólica y fonética, en un mismo texto, en una misma frase, en una misma palabra” (Compendio del sistema jeroglífico, J.C. Champollion 1824). Pero la escritura era algo más que un método de comunicación. Como todo en Egipto tenía además un sentido mágico y religioso. El nombre de una persona escrito en jeroglífico encarnaba su propia identidad. Por este motivo muchos de los cartuchos de reyes eran destrozados o borrados de los monumentos por faraones opuestos a sus ideas, pretendiendo que perdiesen el poder mágico que originalmente tenían.
Cuando se habla de escritura egipcia siempre se piensa en los jeroglíficos, pero no existía un único tipo de escritura. A lo largo de la historia egipcia, se desarrollaron tres tipos:
Jeroglífica o jeroglífica monumental, usada en inscripciones de monumentos y decoración. Es el tipo de escritura más antiguo y más complejo. Se empleó desde el 3100 a.C., fecha aproximada del primer papiro conocido y el 394 d.C. Era un tipo de escritura sagrada, llamada “escritura de la palabra de dios”, y como tal se empleaba en sarcófagos, tumbas, monumentos y esculturas, y se representaba con gran detalle. La palabra jeroglífico deriva del griego “ta hieroglyphica” que significa “las letras talladas en piedra” y se debe a la asociación de los jeroglíficos con las inscripciones monumentales. A pesar de que algunas personas, además de los escribas, la sabían leer y escribir, la escritura jeroglífica era la más desconocida y estaba reservada a muy pocos. Se escribía en cualquier sentido (excepto de abajo a arriba) y en líneas o columnas.
. El texto se escribía en tinta negra con una caña afilada. La tinta roja se empleaba como remarcación de determinados apartados. Los textos aparecen sólo en líneas y siempre de derecha a izquierda.
Herederos de los logros del Oriente Próximo y del Egipto de los faraones, los antiguos griegos dieron el acabado final al alfabeto, una herramienta de comunicación y fijación de conocimientos fundamental y asequible. Pueden existir sociedades que, disponiendo de lenguaje propio, desconozcan la escritura; pero una civilización, con todos los elementos que la definen como tal, no puede existir sin ella. Y la propia escritura, como se pone de manifiesto en el proceso de su invención en Sumer, tampoco puede existir sin una civilización.
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