Lo más característico del arte gótico es su arquitectura, que ha prevalecido hasta hoy para ser admirada por todo el mundo, especialmente expresada en la Iglesia La Medalla Milagrosa en San Miguel. Se caracteriza por el uso del arco apuntado y la bóveda de crucería, en la que los empujes están concentrados en los ángulos, permitiendo así abrir grandes ventanales en los muros laterales. Los arcos son importantes al enlazar los ángulos de la bóveda con contrafuertes exteriores.
La capilla alusiva a la Medalla Milagrosa es un templo peculiar que tiene más de 100 años de antigüedad. Se localiza en el mismo predio donde funcionó el antiguo hospital central “San Juan de Dios” de este lugar. Este recinto ha sido resguardado por religiosas de la congregación Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. La historia relata que a principios del siglo XIX, Sor María Morín, originaria de Bélgica, ejerció labores de misionera en el sanatorio. La religiosa quiso proporcionar a los pacientes un lugar de meditación y fortaleza espiritual para los enfermos y sus familiares.
Esta joya arquitectónica está decorada con hermosos y coloridos vitrales franceses de estilo único, Los vitrales representan capítulos bíblicos y también milagros reconocidos por la Iglesia Católica, por los favores recibidos gracias a la intercesión de la Virgen María, bajo la advocación de la Medalla Milagrosa.
Frente a las pequeñas y oscuras Iglesias rurales del románico, el gótico eleva prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolla una importante arquitectura civil e independiza a las otras artes plásticas (pintura y escultura) de su subordinación al soporte arquitectónico.
Los nuevos edificios religiosos se caracterizan por la definición de un espacio que quiere acercar a los fieles, de una manera vivencial y casi palpable, los valores religiosos y simbólicos de la época. El humanismo incipiente liberaba al hombre de las oscuras tinieblas y le invitaba a la luz. Este hecho está relacionado con la divulgación de las corrientes filosóficas neoplatónicas, que establecen una vinculación entre el concepto de Dios y el ámbito de la luz. Como las nuevas técnicas constructivas hicieron virtualmente innecesarios los muros en beneficio de los vanos, el interior de las iglesias se llenó de luz, y la luz conformará el nuevo espacio gótico.
Entrada de la Luz, un elemento importante en el arte Gótico. Será una luz física, no figurada en pinturas y mosaicos; luz general y difusa, no concentrada en puntos y dirigida como si de focos se tratase; a la vez que es una luz transfigurada y coloreada mediante el juego de las vidrieras y los rosetones, que trasforma el espacio en irreal y simbólico. El color alcanzará una importancia crucial.
La luz está entendida como la sublimación de la divinidad. La simbología domina a los artistas de la época, se considera a la luz el elemento más noble de los fenómenos naturales, el elemento menos material, la aproximación más cercana a la forma pura.
El arquitecto gótico organiza una estructura que le permite, mediante una sabia utilización de la técnica, emplear la luz, luz transfigurada, que desmaterializa los elementos del edificio, consiguiendo claras sensaciones de elevación e ingravidez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario